Respira. Relájate. Vive.

El cuerpo respira para vivir, se alimenta de oxígeno y sabe cómo hacerlo, pero cuando esta función se ve limitada o bloqueada por alguna situación de estrés o hábitos poco saludables, se verán afectados todos los sistemas fisiológicos del cuerpo.

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LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA RESPIRACIÓN

Podemos sobrevivir sin ingerir alimento sólido durante semanas, podemos estar sin beber agua durante días, pero sin oxígeno la mayoría de seres humanos no viviriamos más de dos minutos.

El oxígeno es vital para nuestro organismo, lo necesita para alimentar las células de todo nuestro cuerpo. Sin embargo, al ser un acto automático, es algo que hacemos de manera inconsciente. Aprender a respirar bien es importante, pues es necesario que dotemos al organismo del oxígeno necesario para así conseguir un bienestar total.

 

TRABAJA EN TU FORMA DE RESPIRAR

Con el exceso de estímulos con que vivimos hoy día, nuestro organismo está casi de forma constante en estado de alerta, es decir, con el sistema nervioso simpático permanentemente activo. Es como si tuviéramos que afrontar un peligro que pone en riesgo nuestra vida durante todo el día. Lo peor es que nos hemos acostumbrado a vivir así, rápido, con agitación, sin pausa, nuestra vida diaria es vivida como una carrera y recuerda cómo respiras cuando corres o haces deporte, de una manera rápida y superficial.

Nuestro sistema nervioso autónomo, tiene sus ciclos y tiempos, pasa del estado simpático al parasimpático en una media de dos horas, que esté regulado nos aporta increíbles beneficios. La buena noticia es que con tu respiración puedes incidir de forma directa y medibles sobre estos estados.

Respirar es vital y lo realizamos unas 21.000 veces en todo el día. Ésta es una acción que no sólo oxigena la sangre, logrando así el correcto funcionamiento cerebral, sino que además tonifica y revitaliza el organismo, relaja el cuerpo y la mente, controla los estados de ansiedad, mejora cuantitativamente las capacidades de estudio, aumenta la creatividad y la imaginación, ayuda a superar dolencias de los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo y nervioso. Incluso es la forma más directa de cambiar incluso el pH de nuestra sangre, haciéndola más ácida o alcalina.

Como comentaba, podemos controlarla de forma voluntaria y es por tanto una buena puerta de entrada al autocuidado y autoconciencia. La respiración es un regulador de nuestro estado emocional y de nuestra salud.

 

ACABA CON LA HIPERVENTILACIÓN

En este mundo aceledaro, la mayor parte de personas respiran hiperventilando, esto envía señales a tu cerebro para mantenerte todo el día en un nivel elevado de estrés y ansiedad, esto no es un estado malo persé, pero mantenerlo largas horas en el día, se torna muy perjudicial para nuestra salud. Nuestro cuerpo está preparado para activar este estado de forma rápida, pero al contrario le cuesta mucho volver a la calma, es por ello que muchas veces cuesta comer o digerir alimentos de forma correcta después de un evento estresante. Tomar conciencia de que respirar es algo más que tomar aire, para expulsarlo de nuevo, es la clave para empezar a cambiarla.

 

RESPIRA CON TU DIAFRAGMA

La gran mayoría usa las clavículas y los músculos de las costillas para respirar. Por tanto, no respira de una forma completa y profunda. Aprender a respirar usando los músculos del abdomen, lenta y profundamente, es lo que se conoce con el nombre de respiración abdominal. Esa es la respiración que causa una respuesta de relajación en nuestro cuerpo, el nervio vago, uno de los principales nervios que recorre nuestro cuerpo desde la base de nuestro cráneo pasa justo detrlas del diafragma, masajearlo con nuestra forma de respirar, incide directamente en nuestro sistema nervioso. Para que puedas saber si lo haces bien, basta con que coloques una mano en el abdomen y otra en el pecho. Si logras que la mano que colocaste sobre el abdomen suba más que la mano que colocaste sobre el pecho, es una clara señal de que estás usando el músculo del diafragma y empezando a relajarte.

Si puedes tomas consciencia de tu propia respiración, podrás darte cuenta de cómo te sientes y a partir de ahí, aprender a respirar de forma más saludable.

Si quieres que te guíe en este hábito saludable, te invito a practicar conmigo en canal del YouTube de Medita por el mundo.

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